Ha habido un incendio en la sauna y la situación obliga a Maddie a abandonar la mansión y echar una mano a Heikki para reconstruirla. Durante la reconstrucción, Heikki le cuenta a Maddie historias sobre su estrecha amistad con Charlie, recordando lo bien que se llevaban y los imaginativos juegos de rol a los que solían jugar. Mientras conversan, Maddie se encuentra con un juego de ganzúas y, al darse cuenta de su importancia, se lo lleva a la mansión, consciente de que podría tratarse de la llave que desvelará los misterios que se ocultan en su interior.